Hace once años, Promigas y la Universidad del Norte iniciaron una alianza que tenía como propósito fortalecer la calidad educativa de los jóvenes de la Región Caribe. En este estrecho y complementario vínculo, esta asociación permitió que 148 bachilleres hicieran parte de la comunidad Uninorte entre los años 2005 y 2015.

A este grupo de becarios que ha formado Promigas en diez años, se sumaron nueve bachilleres durante la ceremonia de Becas realizada el 19 de enero en el coliseo Los Fundadores de la Universidad del Norte. La Beca Talento Promigas ofrece el 100% del valor de la matrícula del pregrado y el 100% del valor de la matrícula de idiomas a los jóvenes de la Región Caribe.

Según Antonio Celia, presidente de esta organización, la educación es inclusión y es equidad. También afirma que las desigualdades que muestra el país y generan preocupación a la sociedad se presentan en gran medida por las diferencias de los ingresos entre los educados y los que no han tenido la oportunidad de educarse.

“La apuesta del país es la educación. Yo he sido un absoluto convencido, con razones y  argumentos, que la educación es todo. Es la frase que nosotros hemos acuñado desde Promigas. La educación hace libre a las personas, pero por sobretodo yo creo que el poder de la educación radica en que le permite a la gente hacer lo que valora. Me parece a mí que es la noción más humana del desarrollo”, aseguró Celia. 

Uno de los becarios que en esta ocasión fue beneficiado con la beca Talento Promigas fue Álvaro Herrada Coronell de 19 años, quien estudiará Ingeniería Eléctrica. El joven barranquillero afirma que si no hubiera sido por la beca, no tendría la oportunidad de acceder a una institución como Uninorte.

“Quiero agradecerle a Dios y a la Universidad por aceptarme como estudiante y a Promigas por haberme permitido acceder a esta beca. Conseguir una beca no es algo extremadamente difícil. Es cuestión de esforzarse y tener claro qué es lo que uno quiere ser y hacia dónde quiere ir, que uno tenga claro su norte”, expresó.

Miguel Ángel Segrera, de 17 años y egresado del Colegio Alexander Von Humboldt, fue otro de los beneficiarios. Dice estar seguro que sin esta oportunidad tendría que aspirar a una universidad pública. El bachiller barranquillero estudiará Ingeniería Mecánica.

“A través de la Ingeniería Mecánica se abren muchas puertas para entender cosas sobre el mundo, la física y cómo utilizarla en beneficio de los demás. Me permite crear métodos más efectivos, por ejemplo, para la producción alimentaria en máquinas, que hacen el trabajo más fácil en las fábricas y que facilitan llevar esos productos a los demás”, señaló Segrera.

Promigas continuará con esta importante alianza y hace un llamado a otros empresarios a que realicen este tipo de contribuciones a la sociedad.

“No hay esfuerzo más noble y contribución más gratificante que ayudar en la educación de nuestra gente. Eso es lo que permite que los niños y niñas de Colombia empiecen la carrera de la vida en la misma línea de partida y que no existan más desigualdades”, concluyó Celia.